El sistema educativo en la Ciudad de Buenos Aires

¡Hola de nuevo!

Esta entrada va a ser un poco diferente, ya que a raíz de mi viaje a Buenos Aires, Argentina, para visitar a mi hermano que está este cuatrimestre estudiando allí, me ha parecido interesante investigar cómo funciona y cómo se estructura el sistema educativo argentino. 

Para empezar, es interesante saber que todo el entramado se regula de forma autónoma, ya que, aunque Argentina tiene un Ministerio de Educación nacional, cada provincia y la Ciudad de Buenos Aires (CABA) específicamente como ciudad autónoma, tienen su propio ministerio con competencias plenas. Así que hay una gran variedad de políticas según la jurisdicción.

En la Ciudad de Buenos Aires, que es sobre la que voy a hablar, el sistema educativo se organiza en niveles y modalidades. Comienza con la educación inicial, que va desde los 45 días hasta los 5 años, pero las salas de 4 y 5 años, es decir los últimos dos años, son obligatorias, de acuerdo con lo establecido por la Ley de Educación Nacional N.º 26.206.

Después, los niños y niñas ingresan a la educación primaria, que dura 7 años. Además, en los últimos años se ha apostado por políticas de jornada extendida que buscan ampliar el tiempo escolar.

La educación secundaria también es obligatoria y dura 5 o 6 años, dependiendo de la orientación. Dentro de la educación secundaria puede ser común (con especializaciones en ciencias, sociales, etc.) o técnica, con prácticas para profesionalizarse.

También, en todos los niveles, existen modalidades: educación especial, artística, rural, para jóvenes y adultos, y educación intercultural bilingüe (aunque esta última es muy limitada en CABA).

Con respecto a la educación pública y privada, en teoría, CABA tiene un fuerte sistema de educación pública, gratuita y laica. Pero la práctica es un poco diferente. Según datos del Ministerio de Educación argentino, en 2022 más del 50% de los estudiantes de nivel inicial y primario van a escuelas privadas. En secundaria, la proporción sigue siendo alta, aunque con más presencia del sector público.

Un dato llamativo es que CABA es la jurisdicción que más subsidia a las escuelas privadas de todo el país. En muchas de ellas, el Estado cubre entre el 40% y el 100% del salario docente. Esto es polémico y genera críticas sobre el uso de fondos públicos para financiar instituciones que, en algunos casos, seleccionan su matrícula. Además, la elección de lo privado, muchas veces tiene que ver con la percepción de mayor calidad, con mejores edificios, actividades extracurriculares o menor conflictividad más que con la preferencia pedagógica. 

Igualmente, esta existencia de lo público y lo privado genera dos sistemas en uno, uno público para los sectores más vulnerables y otro privado para quienes puedan pagarlo, así pues uno de los puntos más preocupantes es la desigualdad territorial. Mientras que en las comunas del norte como Recoleta o Palermo la mayoría de los estudiantes asisten a escuelas privadas, en las comunas del sur como Villa Lugano o Barracas más del 70% asiste a escuelas públicasAdemás, las condiciones edilicias, la disponibilidad de recursos, el acceso a tecnología y los resultados educativos varían enormemente según la zona.

En cuanto a la universidad, esta es uno de los mayores orgullos del sistema argentino, pues la educación superior es pública y gratuita. Especialmente en la Ciudad de Buenos Aires, hay que mencionar a la Universidad de Buenos Aires (UBA), que fue fundada en 1821 y es una de las universidades más prestigiosas de América Latina. La UBA tiene más de 300.000 estudiantes y 13 facultades, lo sorprendente es que sigue siendo gratuita y sin exámenes de ingreso, algo que nos parece impensable en muchos países europeos.

En este punto se me hace difícil no comparar su sistema con el de España. Aquí, la educación pública también es gratuita, pero no siempre cubre todas las etapas, y muchas familias deben pagar libros, comedor o actividades. En cambio, en Buenos Aires, el Estado cubre todos los niveles y servicios escolares, pero no siempre con la misma calidad.

Finalmente, la educación en Buenos Aires tiene puntos muy interesantes, como la universidad pública o la extensión de la obligatoriedad, pero también algunos desafíos como las desigualdades estructurales, la brecha público-privado o falta de equidad territorial.

Comparar con España me parece interesante no para ver quién gana, sino para pensar en lo que podemos recoger y mejorar de cada sistema. ¿Cómo garantizar más igualdad sin perder calidad? ¿Cómo hacer que la escuela pública sea un lugar elegido por todos, no solo por los que no tienen otra opción?

¿Qué os parecido? ¿Conocíais el sistema educativo argentino? Podría ser interesante que dejaseis en comentarios otros sistemas educativos que conozcáis o hayáis vivido!


Gracias por leerme, ¡chao flac@s!

Comentarios

  1. ¡Muy interesante tu entrada! Me sorprendió mucho lo que cuentas sobre el peso de la educación privada en CABA, y cómo eso refleja desigualdades más profundas. Me gustó mucho tu reflexión final: lograr que la escuela pública sea una opción elegida por todos, no solo por falta de alternativas, es un gran reto. Gracias por compartir esta comparación tan clara y cercana.

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