Jefatura de estudios en tiempos de cambio
En relación al tema "La organización escolar: órganos y documentos clave" sobre el que estuvimos hablando esta semana, en esta entrada quiero hablaros sobre mi instituto, más concretamente sobre el papel de jefatura de estudios, para lo cual he podido hablar una de las jefas de estudios actuales (que fue mi antigua profe :)).
Antes que nada, mi instituto, el IES San Isidro, es un poco especial, pues es considerado el Instituto público de educación secundaria más antiguo de España.
Para entender mejor este papel, he hablado con una profesora de la jefatura de estudios, Ana, pero no quería quedarme solo en su labor cotidiana, por eso además de cuestiones sobre el funcionamiento del centro, algunas preguntas están enfocadas en cómo podría transformarse la educación y su papel como jefa de estudios en los próximos años y qué retos tendremos por delante, para conectarlo con la línea de mi blog.
¡Aquí os dejo la entrevista!
Ana: Por un lado, la parte histórica del instituto hace que haya muchísima gente que lo conozca, que haya estudiado en él o que tenga algún tipo de vinculación con él, eso abre ciertas puertas; además, la solera se suele identificar con la calidad, por lo que rodea al instituto un halo de excelencia educativa y de autoridad. Por otro lado, la imagen más pequeña del instituto, la del alumnado, la fama del barrio, la imagen que se llevan los profes que trabajan en él, va creando una imagen collage que lo trae al presente. Y, además, en los últimos quince años ha cambiado mucho, por lo que está en construcción esa imagen. De la que estamos más orgullosa es de ser un instituto de referencia para la comunidad LGTBQ+ ;) y un centro donde la convivencia es mayormente tranquila, por lo que se nos ve como un centro refugio.
Celia: Desde la jefatura de estudios, ¿cómo se equilibra el respeto a la historia del centro con la necesidad de innovar en educación?
Ana: La historia nos da muchas cosas: esa solera de la que hablaba antes, la fama, la arquitectura, la situación en pleno centro de Madrid... pero nosotros trabajamos para el ahora, para el alumnado que tenemos y que tendremos en los próximos años. Eso quiere decir que no dejamos de sumarnos a nuevas propuestas educativas, oportunidades, programas, proyectos... etc. El profesorado está en constante formación sobre los nuevos retos educativos. Esta es una profesión que soporta muy mal la pereza, pues el alumnado en seguida te despierta y te demanda estar a su ritmo.
Celia: Si pudieras diseñar un instituto ideal sin restricciones, ¿cómo sería y qué elementos del instituto mantendrías o cambiarías?
Ana: El problema fundamental que tenemos es la escasez de personal. Para que el instituto funcionara como nos gustaría deberíamos tener un 50% más de profesores y personal. Así, los grupos serían menos numerosos, se atendería a las necesidades individuales de mejor manera y el volumen de trabajo sería más llevadero, porque ahora mismo estamos completamente sobrepasados y tiramos de la buena voluntad de unos y otros, pero las condiciones son bastante malas. Sobre todo necesitamos muchos más recursos de salud mental, pues el alumnado sufre mucho y tiene pocos sitios a los que ir que alivien ese sufrimiento.
Celia: Si tuvieras que imaginar el futuro de la educación dentro de 50 años, ¿cómo crees que habrá cambiado la organización de los institutos y el papel de los equipos directivos?
Ana: 50 años me parece demasiado lejos, ahora mismo estamos en el futuro y nos estamos intentando adecuar a él. Los retos fundamentales que yo creo que tenemos por delante son el uso de las tecnologías y el cambio en el modo de aprender. Por un lado, no ya los ordenadores, sino los móviles y las IA's, van a suponer un nuevo paradigma sobre qué es el conocimiento. Si tenemos todos los datos en la mano o una inteligencia nos los puede ordenar, ¿para qué sirve la educación? Lo que se nos plantea es qué necesitan aprender nuestros alumnos para vivir en este mundo. Y, por otro lado, cómo aprenden nuestros alumnos, porque estamos en la época de la inmediatez y de las cápsulas de información de 30'', así que el conocimiento pausado, la reflexión, el esfuerzo... no son las actividades que más les gustan, pero son las más necesarias para poder tener un criterio propio.
Para concluir, escuchar a Ana me ha hecho reflexionar sobre como el futuro de la educación no es solo cuestión de tecnología o métodos de enseñanza, sino también de recursos, organización y visión de conjunto. La jefatura de estudios es una pieza clave para que todo esto funcione, pero ¿hasta qué punto podrán los centros educativos adaptarse a los cambios sin un apoyo real en recursos y personal? Quizás la educación de dentro de 50 años no dependa tanto de la tecnología, sino de cómo decidamos organizarnos como sociedad. Y vosotros, ¿qué pensáis?
Como no podía ser de otra manera, esta entrada quiero dedicarla para agradecer a todos los profesores y personal de mi instituto que han hecho que mi paso por este instituto fuese "histórico", y en especial a Ana por dedicar su tiempo a ayudarme, escucharme y responder estas preguntas.
También a vosotr@s, muchas gracias por seguir leyendo.
¡Nos vemos pronto!
¡ Muchas gracias por compartir esta entrevista, me ha encantado saber un poco más sobre el instituto público más antiguo de España !
ResponderEliminarGracias a ti María, me alegro mucho!!
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